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lunes, 27 de junio de 2016

Crónica: Uli Jon Roth + Praying Mantis (11/6/16 Madrid)

Lo primero disculparnos por tardar en hacer la reseña, pero más vale tarde que nunca así que aquí tenéis. Nos acercábamos de nuevo a la sala Chango para disfrutar de un cartel de lujo. Como "teloneros" (y los pongo entre comillas porque, sinceramente, les tenía tantas o más ganas que al importante), una de las mejores bandas de la NWOBHM con un sonido más orientado al AOR, por la que, no olvidemos, han pasado grandes nombres como Bernie Shaw (ex Uriah Heep), Tony O'Hora (Sweet, Cream), Gary Barden (MSG), Doogie White (ex Rainbow, ex MSG, ex Yngwie) y los ex de Iron Maiden (banda muy ligada a los de la mantis religiosa desde sus orígenes) Clive Burr, Paul Di'Anno y Dennis Stratton. Como líder del cartel se alzaba una leyenda viviente: el gran Uli Jon Roth, guitarrista de Scorpions en su etapa setentera, legado de Jimi Hendrix, junto a Blackmore la mayor influencia de Yngwie J. malmsteen según este, creador de su Sky Guitar... En resumen, un must see, cuyo último disco de versiones de su etapa de scorpions nos conduciría de nuevo a 1978, Tokyo.

Nada más llegar a la sala nos encontrábamos con Uli en persona, que andaba firmando vinilos, y tras hacernos la consabida foto con el alemán (aún vestido cómodo y sin el atuendo hippioso que llevaría después), entrábamos a la Chango. Empezaban los británcos ante unas escasas cincuenta personas (como inciso, me parece bastante patética la poca aceptación que tuvo el bolo entre la gente, que si bien nos hizo gozarlo aún más, debe de resultar desolador para la leyenda británica que tocaba hoy aquí, los cuales, si no hubieran desaparecido de la escena durante la década de los 80, podrían llenar salas mucho mayores). Me sorprendió muy gratamente el estado de Mantis, que gozaron de un sonido impecable, con unos coros muy cuidados, y, en general, una profesionalidad envidiable. Tal vez si hay que quejarse de algo sería del setlist, ya que, no queriendo vivir de las rentas de su obra maestra, el Time Tells No Lies, optaron por ofrecernos un setlist distinto al del Keep It True, con un par de canciones de cada disco. Lo cual, la verdad, es comprensible teniendo en cuenta que los únicos que quedan de esa época son los fundadores, los hermanos Troy, y la banda tiene un nuevo disco que presentar.



Precisamente así comenzaba el concierto, con la primera (y mejor) canción de su nuevo álbum: "Fight for your Honour". Muy intensa, acabó por reunir al puñado de personas que deambulaban por la barra. eso sí, los teclados pregrabados, lo cual la verdad debo elogiar si tenemos en cuenta el destrozo que hacen los teclados en los clásicos de Praying en directos como el Captured Alive in Tokyo City. Mejor así, sin molestar, solo cuando son necesarios. Llegaba el momento de la nostalgia (¡y qué momento!) con "Panic in the Streets", muy coreada por los presentes, y la canción que da nombre a la banda: Praying! Mantis! Coming! Time to die... Tras este gran momento volvíamos al presente con otra canción del reciente Legacy: la suavecita "Believable", y una única alusión al disco anterior, Sanctuary, a manos de "Highway". Sin embargo reanimaron a la sala con "Time Slipping Away", con unos coros alucinantes e intentos del escaso público por cantarlos. (Una lástima que este fuera el único tema rescatado de ese Predator in Desguise, a la próxima me gustaría escuchar "Borderline" o "Can't See the Angels"). Llegaba el momento para una balada (yo ya me había emocionado pensando en "Lovers to the Grave"), sin embargo tocaron la también disfrutada "Dream On"). Tras la calma tocaron elñ tema más caéro de su nuevo disco, "The Runner", acompañado de una maravillosa "Rise Up Again" y acabando de nuevo con una alusión al Time Tells No Lies: "Children of the Earth". Aún en estado de euforia y tras un bis bastante obviable tocaban la que para mí es su mejor canción, según sus palabras, "la canción que lo empezó todo": "Captured City, dejándonos asombrados por el buen estado de forma de la banda y con ganas de volver a verles pronto (a ver si caen Turn the Tables o alguna más del Time Tells como Rich kids o Running for Tommorrow). Tras el bolo nos acercamos a charlar con un agradable Cuijpers, el vocalista, que nos firmó los setlists y aprovechó para recomendarnos su grupo tributo a Iron maiden, que tocó en un Very 'Eavy junto a dennis Stratton: http://www.harris666.nl/



Era el momento del maestro. Con una vestimenta parecida a la que lleva mi abuela cuando quita el mal de ojo, salía el guitarrista al escenario. Recordemos que en poco menos de una semana veremos a sus compañeros de Scorpions en el Palacio de los Deportes, y medio mes escaso después estaremos viendo a otro ex de los alemanes, Michael Schenker, en el Rock Fest Barcelona. Digo esto porque el listón que le deja nuestro hippie a sus ex compañeros tras esta noche maravillosa está muy alto.
Comenzaba (como hace 38 años comenzaba un mítico Tokyo Tapes) con la intensa y directa "All Night Long", que prometía una velada nostálgica e intensa. Lo que me sorprendió fue el uso de, además del bajo y la batería, otras dos guitarras aparte de la suya y unos teclados, que, sinceramente, vi un poco innecesarios ya que durante todo el concierto (salvo una parte donde cada miembro se hizo un pequeño solo) solamente se oía la Sky Guitar del teutón (y ni falta que hacía que se escuchara nada más :P). Siguió con "Longing for Fire" pero cuando la sala se vino arriba fue cuando tocó la maravillosa "Pictured Life", donde demostró su virtuosismo, aunque tal vez se echó algo de menos la voz de Klaus Meine. Sin darnos un respiro tocó la magnífica "Catch your Train", muy coreada, y siguió con una de mis favoritas, "Sails of Charon", que alargó hasta los casi diez minutos con esos solos imposibles característicos suyos a mitad del tema. Uli entonces tomó el micrófono para cantar una tranquilita "Sun in my Hand" que relajó ligeramente a la ya extasiada sala, que no tenía ni idea de que lo mejor aún estaba por llegar.




We'll Burn the Sky es, sin ninguna duda, la canción que más ha ganado con estas reediciones de Uli. La que fuera compuesta por la esposa de Jimi Hendrix ha ganado fuerza, emoción, sentimiento y sobre todo, un solo apoteósico gracias al virtuosismo del teutón, que hizo de este momento (a mi juicio) lo mejor del concierto. Siguió con "In Trance", y tras una intro improvisada suya, otra de sus titánicas canciones, "Fly to the Rainbow", en la que volvía a cantar a la mitad de ésta con una cara de drogado que no podía con ella. Para drogado yo con esa Sky Guitar, esos solos más agudos que un violín y esa maestría de uno de los guitarristas más infravalorados de los setenta. El concierto seguía con "I've got to be free" y "Polar Nights", más animadas, y acababa con una "Dark Lady", en mi opinión, demasiado cambiada (aunque igualmente disfrutada) y la cover de Jimi Hendrix (aunque fue compuesta por Bob Dylan) de "All Along the Watchtower".

En resumen, una noche maravillosa, con menos aceptación de la que debería pero llevándome una grata sorpresa. Aconsejo a todos que vayan a ver a cualquiera de estas bandas si tienen oportunidad, porque están en un buenísimo estado de forma.

Un saludo, @CaosReptante97